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La novata agente del FBI, Clarice Starling (fantástica
Jodie Foster, ganadora de un Oscar a la mejor actriz) |
Algo inusual y conmocionante pasó en 1991, y es que todavía no alcanzo a comprender cómo fue posible que los remilgados de la Academia de Cine, osaron darle 5 Oscars (inclusive el de mejor película) a un film como
"El silencio de los corderos", ¡y qué 5 Oscars!, pues esta película se convirtió en la tercera (y última) en lograr hacerse con las estatuillas denominadas como premios principales (película, director, actor, actriz y guión), mérito compartido con
"Sucedió una noche" en 1934 y
"Alguien voló sobre el nido del cuco" en 1975. Esto no lo digo como algo deyorativo, para nada, pues soy de los muchos que comparten la opinión de que
"El silencio de los corderos" es una magna película, pero a ver si me explico, para nada veo que cumpla las características y requisitos que tan a menudo han seguido a raja tabla los condenados de la Academia de Cine para conceder sus prestigiosos premios dorados a lo largo de los años. El film es feista, deprimente, sucio, oscuro y muy tenebroso, nunca antes se le había dedicado una atención similar a un proyecto de estas características, como mucho se me ocurre el caso de
"El exorcista", la cual obtuvo varias nominaciones y a la que se castigó y boicoteó, claramente por su carácter políticamente incorrecto y un tanto desagradable.
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La estrella del film, el Dr. Hannibal Lecter (grandísimo Anthony Hopkins,
uno de los Oscars más justificados de la Historia del Cine) |
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La imagen más característica de Hannibal |
A eso me refiero con mi extrañeza a que "El silencio de los corderos" lograra semejante éxito sobre la alfombra roja dicho año. Pero justamente así fue y esto supuso algo fundamental en múltiples aspectos. El primero de ellos es que por fin se prestase algo más de atención a un género bastante vapuleado por la crítica, como es el de terror, y que lo sacase un poco del pozo de mierda fílmica al que siempre se le ha condenado. Que sí, que los más puristas y detractores del género seguirán con la subnormalidad de decir que "El silencio de los corderos" no es de terror, sino un thriller y patatín patatán. De acuerdo, estamos ante un thriller, pero no podemos negar que posee los suficientes elementos sórdidos como para inclinarse bastante a romper esa delgadita línea que en muchos casos, separa el thriller del terror. El caso más claro esto es que en su estreno, "El silencio de los corderos" suscitó tal nivel de impacto que incluso hubo peña que se vio sofocada y angustiada por las imágenes que estaba visualizando. Quizás el impacto no fue tal como por ejemplo lo supuso el estreno de "El exorcista" un par de décadas atrás (en el que hileras de ambulancias aguardaban a las puertas de los cines), pero sí que hubo testimonios de personas que se vieron obligados a abandonar la sala, debido a la desagradable experiencia que les suponía ver el film.
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Hannibal ayudará a Clarice a atrapar al asesino Buffalo Bill |
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El perturbado Buffalo Bill (Ted Levine), ¡qué repelús da! |
¿A que eso no se suele mencionar mucho por ahí cuando los críticos de turno alaban esta película? No, claro, hay que recalcar siempre el lado "cultureta" de la peli y alejarla lo más posible de su pertenencia al género de terror, no vaya a ser que eso la pueda desprestigiar. En lo personal, la descubrí siendo muy, pero que muy pequeño. Es más, tengo en mi mente el recuerdo de estar jugando con un scalextric o algo similar en el salón de mi casa, un Domingo por la noche, cuando empezaba en la TVE-1 esta película. Claro, mi madre me dijo que no era una película que podía ver y bien, o quitó el canal o me mandó para la cama. La cuestión es que ya me las compuse para quedarme despierto y verla a escondidas (como muchas otras había visto ya). Y básicamente, sin enterarme mucho del argumento, se me quedaron grabadas dos escenas; una ésa en la que Hannibal se coloca la cara (tal cual) de un poli para escaparse de su confinamiento (en ese momento me pareció muy fuerte, lógicamente a día de hoy me resulta hasta light) y sobre todo, la del psicópata bailando vestido de mujer, ¡madre mía!, ésa sí que fue un shock (por cierto siempre me quedó en la mente la pegadiza cancioncilla de fondo, y hasta que no apareció en mi vida youtube, no logré localizarla).
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Una de las desafortunadas víctimas de Buffalo Bill |
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¿Conseguirá escapar esta pobre con vida de las garras de Bill? |
No fue hasta ya unos cuantos añitos después, cuando ya pude verla enterándome de todo el percal y la verdad es que su historia me dejó atrapado. El film supone todo un torrente de tensión que va in crescendo hasta un final frenético. Me resulta curioso y admirable, el hecho de que en el recuerdo colectivo la figura de Hannibal Lecter haya quedado instaurada como el elemento clave del film, cuando realmente si contabilizamos sus apariciones, son muy pocas (de hecho el papel de Hopkins es la mar de reducido). Eso demuestra la fuerza, no del personaje, ¡ojo!, pues ya comenté en que
"Hunter" de 1986 había sido el primer film en el que Lecter había hecho su debut cinematográfico como personaje (adaptación de la primera novela de Thomas Harris,
"El dragón rojo"), y en cambio había pasado sin pena ni gloria ante los ojos de los espectadores, sino de la fuerza que un actorazo como Anthony Hopkins le imprimió para convertirlo en algo icónico y en toda una figura representativa del mundo del terror.
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El lado más caníbal de Hannibal |
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Cameo del cantante Chris Isaak, el de la
famosísima canción "Wicked Game" |
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Y es que así es, el punto fuerte del film es precisamente este Hannibal Lecter, el cual posibilitó que el señor Harris, viese potenciada la fama de su creación y que ésta se adjudicase el rostro siniestro de Anthony Hopkins. Eso sí, no quiero dar de lado la labor de la auténtica protagonista, Jodie Foster (para mí una de las mejores actrices cotizadas de ese momento), como la agente novata del FBI, Clarice Starling, que soporta el peso psicológico son ese rostro frío y tristón de manera a la para sofocante y encomiable (esas charlas con Hannibal ponen a veces los pelos de punta y otras son la mar de emocionantes; es curioso pero se deja entrever que el único apoyo de la joven, la única persona que la escuchó de verdad y le sirvió de consejero, es en realidad un cruel y perturbado psicópata, fino y sofisticado, pero psicópata al fin y al cabo). De hecho Jodie Foster se llevó a casa su segundo Oscar (ya había ganado uno en 1988 por "Acusados") y obtuvo el récord de ser la actriz más joven (no tenía todavía 30 años) en haber conseguido dos premios de esta categoría. Así que sin lugar a dudas "El silencio de los corderos" no trajo más que buenos resultados y buenas noticias para los miembros de su equipo.
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Grotesca y sangrienta composición |
Por señalar una injusticia clara y dura, me parece insultante que los de la Academia no se acordasen de la excelentísima labor de Ted Levine, como el psicótico Buffalo Bill. Para mí Levine hace una interpretación cojonudísima (no es un papel nada fácil), y creo que es insultante que ni tan siquiera lo considerasen para una nominación. En fin, siempre nos quedará en la retina a muchos esa imagen pesadillesca suya, travestido. Mencionar como curiosidad, que este asesino está inspirado en la figura del psicópata real Ed Gein (que también dio base a otros emblemas del género como
"Psicosis" o
"La matanza de Texas"). Pues bueno, no sé qué más añadir, que la película es genial, fue un grandísimo éxito de taquilla y aunque a muchos les joda reconocerlo, supuso el descubrimiento (auténtico, sin tener en cuenta el Hannibal ya interpretado por Brian Cox) de un icono clave del cine de terror. ¡Menudo puntazo la máscara, acojonante!
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Acojonante final, ¡para morderse las uñas! (y no, no es "Rec") |
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MI MOMENTO FAVORITO: por cojones tengo que señalar ése que me dejó en
shock de pequeño, la escena en la que el psicópata Buffalo Bill (Ted Levine), protagoniza un grotesco baile, travestido, a ritmo de la genial canción
"GOODBYE HORSES" (gracias a
youtube, por posibilitarme descubrir cuál era tras años de búsqueda).
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Buffalo Bill saca a relucir su lado más femenino |