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¿Qué mejor sitio que un paraíso exótico para unas vacaciones? |
Recordemos que tras
el exitazo de
''Tiburón'' las pantallas del mundo entero se llenaron
de films con diversos animales asesinos que querían aprovecharse del
filón del film de Spielberg. Osos, pirañas, orcas y hasta
cocodrilos, se convirtieron en competidores del gran escualo y así
rascar los bolsillos de los espectadores despistados.
''Caimán'' es
un film italiano, dirigido por el
giallistico Sergio Martino (autor
de
''La perversa señora Ward'',
''La cola del escorpión'' o
''Torso, violencia carnal''), que obviamente se apuntó al carro
aportando su granito de arena explotativa de la fórmula con bicho
asesino de turno (al año siguiente hizo su aparición otro título
con cocodrilo letal,
''La bestia bajo el asfalto'').
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Unos indígenas algo molestos |
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El peligrosísimo caimán canta un poquito a la legua que es un muñecarro |
La peli se
desarrolla en una isla exótica, en una especie de resort turístico
que un magnate millonario (interpretado por el actor americano Mel
Ferrer), acaba de inaugurar para el disfrute de unos cuantos
visitantes de vacaciones. El problema que se presenta (en realidad
son dos) es que en la zona habita una tribu de indígenas que no ven
con buenos ojos que los occidentales, perturben la paz de su
territorio, y claro, éstos son la mar de violentos y acabarán dando
por culo más de la cuenta a los incautos turistas, llegando incluso
a protagonizar altercados la mar de trágicos y violentos. Por si
fuera poco, en las aguas que rodean el complejo, habita un enorme
caimán, al que los indígenas adoran como un Dios, que hará acto de
presencia para zamparse todo lo que se le ponga por delante. La
película es flojísima, no está mal rodada y esa ambientación tan
naturista y exótica le aporta un plus, pero en líneas generales se
nota a la legua lo baratísima que es. Los efectos son lamentables y
la verdad, no han tenido picardía para disimular unas cuantas
cagadas técnicas que hacen evidentísimas la precariedad del film.
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La pobre Barbara Bach en problemas |
El monstruo en concreto, ese inmenso caimán, nunca se ve claramente,
es tomado siempre a través de planos muy cortos, para intentar
disimular lo mal confeccionado que está, y en ocasiones, aún así,
todavía se puede distinguir que ese supuestamente inquietante ser,
es un muñecarro con menos movilidad que el rostro de Cher (nada que
ver con el acojonante escualo de Spielberg, que helaba la sangre).
Destaca en el reparto la presencia de la chica Bond, Barbara Bach,
que añade belleza y sensualidad, pero en líneas generales, el film
es muy poca cosa. Una monster movie muy floja y cutrecilla, nada
memorable ni digno de recordar, es simplemente acta para los muy fans
de cualquier tipo de rareza fílmica o del cine casposo.
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Esquivando las fauces del bicho |
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