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Los dos astros del horror juntos, Peter Cushing y Christopher Lee |
Una producción de la Amicus, factoría
inglesa que le hizo fuerte competencia a la magna Hammer durante los
sesenta, dirigida por Freddie Francis (director de otros clásicos de
la época como
''Doctor Terror'',
''Drácula vuelve de la tumba'' o
''Condenados de ultratumba'') y que cuenta con el atractivo de la
presencia del dúo de ases del género por antonomasia del género,
Peter Cushing y Christopher Lee. El film está inspirado en un relato
de Robert Bloch (autor de
''Psicosis'') que cuenta como un
coleccionista de antigüedades (Peter Cushing), adquiere una
misteriosa calavera que resulta ser, nada más y nada menos, el
cráneo del perverso marqués de Sade que, por supuesto, no está
exento de poderes malignos. Dicho instrumento irá siendo la causa de
que el coleccionista vaya perdiendo el juicio y volviéndose cada vez
más y más loco, llegando incluso a cometer hechos atroces
(inclusive asesinatos).
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La calavera del marqués de Sade |
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Aquí otra presencia muy hammeriana, Michael Gough |
El film hace gala de una excelente puesta en
escena y ambientación, muy del estilo propio de las míticas
producciones de la Hammer, lo cual le atribuye unos escenarios
góticos inquietantes y mal rolleros, que es sin lugar a duda el
punto fuerte desde del mismo (a excepción de las mencionadas
intervenciones de Cushing y Lee). Sin embargo el guión es bastante
letárgico, abundan alarmantes momentos muertos lo que provocan que
''La maldición de la calavera'' se torne bastante aburrida. El que
más destaca del reparto en sí es Cushing, que para eso es el
protagonista, haciendo una performance excelente, Lee sin embargo se
queda reducido a ser un mero secundario (una lástima, porque
sinceramente he demandado más participación suya), aunque como
siempre, también se muestra elegante y sofisticado.
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La calavera no traerá nada bueno |
En resumidas
cuentas me parece un interesante ejercicio de terror gótico de la
época, pero bastante flojita desde su punto de vista argumental y
desde luego, su ritmo tan irregular la convierte en una pieza un poco
peñazo, por lo tanto no la considero una película debidamente
imprescindible, simplemente recomendable para los muy amantes del
terror hammeriano y del estilo.
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A ésta no el falta boca para gritar |
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