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La joven e inocente Susan (Maribel Martín) |
Una película
verdaderamente extraña, una rareza del cine de terror de nuestro
país que resulta confusa y fascinante al mismo tiempo; peculiar
combinación no cabe duda. Dirige Vicente Aranda, experto por
antonomasia en la elaboración de films de alto contenido erótico
(véase
''Si te dicen que caí'',
''Amantes'' o
''La pasión turca'')
y su guión se inspira ligeramente en el texto
''Carmilla'' de
Sheridan Le Fanu (el cual ya había dado como fruto adaptaciones
hammerianas de films sobre vampiras lésbicas como
''Las amantes del vampiro''). La película desde el punto de vista argumental es
extremadamente chocante, uno no sabe muy lo que está viendo
realmente, es una paranoia que descoloca constantemente al
espectador. El film arranca con los dos protagonistas contrayendo
matrimonio (Simón Andreu y la dulce Maribel Martín).
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El marido de Susan (Simón Andreu) es un brabucón masoquista |
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Desconcertante ¿violación? |
Él es un
brabucón al que le va practicar todo tipo de juego sexual extremo
(entiéndase esto por cierto masoquismo), siendo en cambio la chica,
la némesis totalmente opuesta, ella es dulce, puritana y retraída.
El caso es que la tensión sexual entre ambos dará lugar a
extrañísimas escenas en las que seremos testigos de crudos
encuentros sexuales en los que la sumisión, la violación y demás
controversias dentro del tema, se harán explícitos, así el
matrimonio va viviendo su día a día, envuelto todo en un aura de
surrealismo que domina cada momento (realmente, como ya he dicho, no
sabremos qué es verdad y qué es producto de la imaginación, o de
los sueños, de los propios personajes). Para liar más la madeja, el
hombre un día en la playa encuentra, semienterrada y desnuda al
tercer vértice del triángulo, una mujer llamada Mircalla Karnstein
(Alexandra Bastedo), a la cual acogerá en su casa como invitada. A
partir de entonces, se añade más desconcierto.
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¡Vaya descubrimiento bajo la arena! |
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¿Es Mircalla Karnstein (Alexandra Bastedo) una vampira? |
¿Quién es esta
mujer?, ¿es una vampira?, ¿existe realmente?, ¿es una alucinación
de los personajes?, ¿es un reflejo de la tensión sexual del marido
al no verse satisfecho plenamente por su mujer?, ¿lo es acaso de la
propia mujer como forma de representar el odio que proyecta hacia él?
Realmente toda explicación podría valer, porque en el film nada se
nos aclara. La película será una constante sucesión de escenas muy
bellas y muy bien resueltas estéticamente (haciendo alarde de una
preciosa fotografía muy colorista) en la que el surrealismo, el
erotismo, la violencia y el gore estarán muy presentes. En cierto
momento, la esposa y la ''vampira'' cosen al marido a puñaladas,
hasta dejarlo como un colador; se trata de una escena ejemplar y
digna de alabar dentro del panorama aterrador porque resulta
perturbadora, elegante y artística al mismo tiempo (deudora de esas
matanzas tan creativas de los giallos italianos de categoría).
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¡Qué agresividad, madre! |
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¿Amantes vampíricas? |
En sí
el film es de lo que no hay, o te dejas llevar por su perturbadora
atmósfera y aceptas todos los detalles presentes sin hacerte
demasiadas preguntas o sin lugar a dudas te parecerá una ida de olla
sin pies ni cabeza. No hay sitio para la lógica, al estilo de las
obras surrealistas puras y duras, aquí cualquier planteamiento se
acepta, y según a quien pertenezcan los ojos del cinéfilo que la
visualice, ''La novia ensangrentada'' será presenciada como un gran
clásico digno de reconocimiento o como una patata merecedora del
olvido inmediato, como en el propio film cualquier posicionamiento es
válido. Mi apreciación personal se inclina más hacia la primera
premisa, pues aunque reconozco que es un delirio indudable, a mí me
fascinó en muchas ocasiones y me atrapó esa inquietante mezcla de
desagrado escénico y arte, teniendo en cuenta que además es
española creo que merece más consideración, que conste que en
nuestro país también se han hecho potentes bizarradas.
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La escabechina ha sido cojonuda |
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