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jueves, 30 de abril de 2015

Moonraker (1979) de Lewis Gilbert


 
Roger Moore en la piel de James Bond por cuarta vez
Como bien anunciaba el final de ''La espía que me amó'', la siguiente película de la saga Bond que iba a seguir a ésta iba a ser ''Sólo para tus ojos'', sin embargo los productores cambiaron de opinión cuando vieron el enorme exitazo que estaban cosechando en esos instantes, films como ''La guerra de las galaxias'' o ''Alien, el octavo pasajero'', cuya trama incluía una aventura espacial. Por lo tanto se optó por ''Moonraker'' como proyecto más llamativo de cara al público y, sin lugar a dudas, acertaron de pleno porque dicho film se convirtió en el más taquillero de la saga hasta el momento y así se mantuvo como tal, hasta la aparición de la posterior ''Goldeneye'' en 1995. Hay que decir también, que fue la peli de Bond más cara también hasta la fecha, su presupuesto de 34 millones de dólares fue empleado principalmente para la elaboración de una puesta en escena sublime y unos efectos especiales excepcionales (nominados al Oscar en dicha categoría, sería la propia ''Alien'' quien se llevaría dicho galardón). 

El villano principal, Hugo Drax (Michael Lonsdale)

Nos trasladamos al espacio
De nuevo tenemos a Roger Moore en la piel de Bond, encarnando de nuevo a un espía de lo más guasón e irónico, a la par de elegante y sofisticado, que tendrá que enfrentarse con un malo de aúpa, Hugo Drax (Michael Lonsdale), un multimillonario que pretende lanzar sobre la atmósfera desde el espacio un gas tóxico que acabaría con la vida terrestre, para luego repoblarla a su gusto (¡casi nada, la bromita!). Por lo tanto 007 no tendrá más remedio que salir de nuestro planeta, para intentar detener al villano, con la ayuda de una experta y atractiva doctora (Lois Chiles, para los acérrimos amantes del terror, la sufridora conductora de la última historia de ''Creepshow 2''). Destaca nuevamente la repetición del gigante Tiburón (Richard Kiel) como esbirro del villano principal, al que Bond tendrá que plantar cara otra vez, y la aparición de la sex symbol Corinne Cléry, mito erótico de la época desde su performance en ''Historia de O''

La chica Bond, la Dra. Goodhead (Lois Chiles)

Bond se da el lote con la sensual Corinne Cléry
En lo referido al personaje de Tiburón, debo decir que me pareció patético que al final lo volviesen un tolai de mierda, haciendo que de golpe se cambie de bando y se convierta en aliado de Bond, ridiculizándolo por completo haciéndolo noviete de una rubita (a la cual puede meter en un bolsillo). Dicho toque absurdo me resultó ciertamente lamentable, y anula la esencia de mítico malvado de la saga que le había otorgado el film anterior. Por lo demás, no obstante, puedo decir que como peli de Bond al uso, cumple de sobra las expectativas esperadas a la hora de distraer y entretener. Aparte de la exuberante estación espacial, hay que hacer mención a la variedad de espléndidas localizaciones que presenta el film (véase Venecia o Río de Janeiro), lo cual delata la esmeradísima producción del mismo. 

Tiburón (Richard Kiel) regresa con su dentadura mortal

''Moonraker'' no es precisamente otra de mis favoritas de Bond (en especial debido a la cagada con el personaje de Tiburón, sin la cual habría ganado mucho más), pero me mola en su justa medida, a la par de que me resulta una de las más curiosas por la unificación entre film de espías, acción y ciencia ficción. Como detalle, la muerte del villano principal, me parece de las mejores de toda la saga completa (muy creativa). Por cierto, por tercera vez Shirley Bassey volvió a prestar su voz para el tema musical ''MOONRAKER'' (ya lo había hecho en ''Goldfinger'' y ''Diamantes para la eternidad'').

Batalla entre las estrellas

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