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El viaje de novios de esta parejita no va a ser muy agradable |
''El beso del vampiro'' es una de las
pelis sobre vampiros (como bien indica su título) más desconocidas,
injustamente en mi opinión, de la productora británica Hammer. La
compañía había cosechado un éxito apoteósico con
''Drácula'' en
1958 y con la secuela de ésta
''Las novias de Drácula'' en 1960
(film en el que no aparece el conde transivalno, pero al que se hace
alusión y en el que sí intervino su más acérrimo enemigo, el
mata-vampiros Van Helsing). Inicialmente,
''El beso del vampiro'' se
planteó como una nueva secuela, la cual planteaba la resurrección
de Drácula y por consiguiente la vuelta de Christopher Lee como
figura protagonista. Sin embargo Lee se negó a realizarla (no sería
hasta tres años después cuando retomaría su más famoso rol en
''Drácula, príncipe de las tinieblas'') y por lo tanto se tomó la
decisión de convertir el film en una peli independiente que nada
tuviera que ver con la particular saga hammeriana sobre Drácula.
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Nuestro anfitrión vampiro, el Dr. Ravna (Noel Willman) |
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La atemorizante residencia de Ravna |
La
peli tuvo bastantes contratiempos, uno de los más notorios fue el
hecho de que Terence Fisher (director estrella de la mayoría de
films más memorables de la Hammer) no pudiese hacerse cargo de la
realización de la misma, y se tuviese que echar mano del australiano
Don Sharp (quien sería posteriormente de dirigir otra joyita de la
productora,
''Rasputín'').
''El beso del vampiro'' la verdad me
pareció una película verdaderamente buena, nada desmerecedora de
ser considerada todo un clásico de la Hammer, pues tanto la parte
escénica y artística me parece soberbia (a la altura de los films
más majestuosos de la productora), como su historia y guión creo
que aportan detalles muy interesantes, novedosos e incluso atrevidos
para su época. La peli parte arranca como si nos encontrásemos ante
una historia de suspense al estilo Hitchcock, es más las referencias
concretas a
''Alarma en el expreso'' del maestro inglés, son más
que evidentes. Una pareja de recién casados de viaje visita una
localidad alemana, a principios del siglo XX.
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Zimmer (Clifford Evans), el mata-vampiros |
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El baile de los vampiros |
Tras un contacto con un
noble de la zona, la mujer desaparece sin dejar rastro y cuando el
marido la busca, todo el mundo niega conocer su existencia. Será
cuando tras indagar lo suyo, el desesperado esposo descubra que el
noble que conocieron, llamado Ravna (el nombrecito ya da mala
espina), se encuentra tras el secuestro de su mujer y no sólo esto,
es el líder de una secta de vampiros y su mujercita es la elegida
para convertirse en la nueva adquisición del diabólico clan. El
clímax final, es memorable, desarrollado durante un perturbador
baile de máscaras en el castillo del propio Ravna (escena que con
toda seguridad inspiró a Roman Polanski para su posterior
''El baile de los vampiros''). Con la intervención de un mata-vampiros, al
estilo Van Helsing, el final con mortífera bandada de murciélagos
incluida, volverá a dejar al descubierto un claro homenaje a
Hitchcock, en esta ocasión a
''Los pájaros''. En resumidas cuentas,
''El beso del vampiro'' me parece una película que aporta un tono
muy especial al tema del vampirismo en el cine, presenta detalles muy
interesantes y cuenta con todos los méritos necesarios para poder
considerarla un clásico a tener muy en cuenta. Una joyita de la
Hammer desgraciadamente, bastante desconocida.
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Aquí hay sed de sangre |
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