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martes, 12 de mayo de 2015

Psycho (Psicosis) (1998) de Gus Van Sant


 
Marion Crane (Anne Heche) con el
chulito de Sam Loomis (Viggo Mortensen)
¡Sacrilegio! Muchas críticas negativas oí ser vertidas contra este impensable (para muchos -esto pensaba yo antes de verlo-) remake de la gran obra maestra de Hitchcock, ''Psicosis''. El film venía amparado por todo un renombre dentro del cine independiente, Gus Van Sant, quien cosecha en según qué círculos, cierto prestigio. He visto varias películas de este señor y si bien es cierto que, su estilo no me convence demasiado, ni me flipa, ni me alucina, he de reconocer que tiene un estilo definido y personal, salvo en el esperpento que nos ocupa (llamemos las cosas por su nombre). Tardé lo mío en ver esta versión en color del clásico de Hitchcock, y lo hice por el miedo a llevarme esa profunda decepción que todos/as los/as que la habían visto prodigaban. Pero un día, que además me la compré en un quiosco en VHS, en una colección que venía por fascículos (hace ya unos añitos), venga ¡ánimo!, no se te van a caer los ojos por verla, igual la gente es demasiado exagerada. 

El ridículo Norman Bates (Vince Vaughn)

Repetición de la famosa escena de la ducha,
sin un atisbo de la fuerza de la original
La vi con las expectativas bajas, a ver si al menos lograba que no me decepcionase tanto y poder sacar algo bueno de ella, y ni aún así. Este remake es lo que he dicho al principio, ¡un sacrilegio! Y no es un sacrilegio porque se hayan atrevido a remakear una soberbia obra como ''Psicosis'', no, es un sacrilegio porque lo que han hecho no tiene nombre. ''Psycho'' es efectivamente, en forma, un calco exacto plano por plano del film de Hitchcock de 1960, pero no lo es en esencia. La magia de aquel pedazo de clásico, su excelente composición visual, ese suspense demoledor, ese grito desgarrador bajo el agua de la ducha, ¡nada queda de ello! Se cuenta lo mismo, pero con desgana (con absoluta desgana) y eso provoca verdadera vergüenza. El problema no es que Van Sant no iguale a Hitchcock, es que da la sensación de que ni lo ha intentado, o al menos no ha hecho por la labor de homenajearle (y si es lo que pretendía, es para darle veinte millones de collejas). 

La mansión y el motel Bates

Seguramente estemos ante el peor papel de Julianne Moore
Todos los elementos están de nuevo, la siniestra casa, el motel, el crimen en la ducha, la madre disecada, ¡sí!, pero están dispuestos de manera fría, plana, absurda. La dirección es rancia y el casting es horroroso. Vince Vaughn ejerce una interpretación de Norman Bates grotesca, pero grotesca en el sentido de que produce auténtica risa y pena (según se mire), ¡qué horror!, compararlo con el magno Anthony Perkins es como comparar un Ferrero Rocher con una mierda pintada de purpurina. Ídem de Viggo Mortensen ejerciendo un papel de Sam Loomis, que pasa del sofisticado galán de la peli original a un chulo putas que va de ligón guay. Ya no hablemos de Julianne Moore, sí, es una excelente actriz, pero no quita que aquí esté absolutamente espantosa haciendo de Lila Crane -en la original la cándida Vera Miles-, aquí su papel toma la forma de una barriobajera desarraigada que parece más preocupada por escuchar música en su walkman, que de encontrar a su hermana desaparecida. 

Los sustos ya nos los sabemos

¡Querida mamá!
En el caso de Anne Heche, pues la verdad, me parece la más acertada como Marion Crane, está más en la línea del personaje original que sus compañeros, aunque claro, el peso de Janet Leigh es muy difícil de superar. Hacer menciones a determinados momentos de carácter sexual que se hacen evidentes en esta nueva versión (los cuales habían sido omitidos, por razones evidentes, en la peli original), como por ejemplo cuando Norman Bates se masturba viendo a Marion a través del agujero en la pared. Detalles triviales que lejos de ser impactantes o llamativos, resultan banales e irrelevantes. En resumidas cuentas, estamos ante un horror de película, un engendro de ésos que mejor no hubiesen existido jamás. No se puede encontrar razón de ser para justificar que ''Psycho'' haya podido ser concebida. Afortunadamente, el público y la crítica la pusieron en su lugar, fue muy poco vistosa de cara a la taquilla y a día de hoy gracias a Dios, ha pasado al olvido casi rotundo. Es imposible dedicarle ni un mínimo halago, ¡es un mierdón de campeonato!

Definitivamente, Anthony Perkins intimidaba mucho más

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