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El detective Scott Turner (Tom Hanks) |
¡Qué película más entrañable!
Recuerdo que de pequeño la vi infinidad de veces y me encantaba. En
la línea ciertamente establecida dentro del cine de acción de
presentar una pareja de polis como protagonista (véase
''Arma letal'' o
''Tango y Cash''),
''Socios y sabuesos'' presentó su
propia y peculiar pareja de polis, uno humano (Tom Hanks, estrella
cómica por excelencia de los ochenta) y Hooch, un imponente dogo de
Burdeos, cuya relación será un tanto complicada. El primero, un
detective llamado Turner, investiga el asesinato del dueño del
segundo. La causa, la de siempre, tráfico de drogas, corrupción y
esas mierdas a los que los personajes de las pelis policíacas se
tienen que enfrentar siempre. Hooch aparte de ser el testigo
principal, será un elemento fundamental para la resolución del
caso. Eso sí, Turner se ve en la obligación de llevárselo a su
casa y claro, el caos reinará. Turner era un tipo muy meticuloso,
limpio y ordenado y esto será incompatible cuando Hooch entre en su
vida.
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La relación entre Turner y Hooch será algo complicada |
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Hooch es muy achuchable |
Las babas, los destrozos, los mordiscos, será algo con lo
Turner deberá aprender a convivir, eso sí, no tardará en cogerle
un cariño increíble a su peludo compañero. ¡Y cómo no! A mí de
pequeño este perrazo me tenía enamorado (al igual que el San
Bernardo de
''Beethoven''), por eso, y aunque adoro la película
siempre me pareció imperdonable (¡y sí, lo voy a decir y con mucha
indignación!) que el pobre Hooch acabe muriendo, ¿Por qué,
joder?, ¿por qué ese mazazo, coño? Vale que con la escena final
intentan arreglar la cosa, intentando dejar buen sabor de boca con la
aparición de un retoño del propio Hooch, pero es que en serio, que
el pobre perrillo muera, a mí me sigue pareciendo un puñetazo en el
estómago. Por este detalle, siempre me gustó más otra peli
coetánea que es muy similar a esta (por no decir casi exacta),
''Superagente K-9'', de idéntico argumento pero con James Belushi
como protagonista y con un pastor alemán como estrella canina, dicho
film al menos sí tiene un final feliz (por cierto, ambas son del
mismo año también.
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Hooch es único destrozando cosas |
Pero bueno, no puedo decir que no le tenga un
grandísimo cariño a esta película, es una de esas que me marcaron
la infancia, con la que disfruté muchísimo y de la conservo
nostálgicos recuerdos. No voy a decir que sea la película más
fantástica del mundo, pero para mí sí que es una maravilla
(obviando el triste detalle final, claro), ¡la magia del cine
ochentero!, ésa que tanto escasea entre tanta mierda cinematográfica
que nos contamina en la actualidad.
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Un mini-Hooch |
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