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sábado, 28 de diciembre de 2013

El día de los inocentes (1986) de George Dugdale, Mark Ezra, Peter Litten



El pringadete de Marty Rantzen
R.I.P. Simon Scuddamore (1957 - 1984)
Y siguiendo con mi particular especial "inocentón", aquí traigo un film del que ya he hablado en mi comentario dedicado a "Inocentada sangrienta". "Slaughter High" ("El día de los inocentes" llamada en nuestro país), es un film británico que intentaba emular la moda slasher americana tan popular durante los ochenta. A menudo ha sufrido varias confusiones con respecto al film mencionado debido a la similitud de su temática por la peculiaridad de que ambas se desarrollan el día de los inocentes americano, el "April Fool's Day'' (el 1 de Abril), aparte de que ésta inicialmente iba a titularse precisamente así; "April Fool's Day", título original que se agenció la otra, al estrenarse antes. Por esa razón este film pasó a denominarse "Slaughter High" (algo así como "Escuela de matanzas"), aunque en España, como los traductores son más chulos que un ocho, le colocaron el título de "El día de los inocentes", lo que conlleva más confusión a la hora de referirse a la otra. Pero bueno, aparte de estas cuestiones, pues ambos films tienen poco que ver, aparte, como ya he dicho, de compartir el día concreto en el que se desarrollan. La primera diferencia que se presenta es que ésta sí es un slasher puro y duro (no como la otra, aunque también lo pareciese en su envoltorio y la vendiesen como tal). 

De verdad, ¡vaya una bromita!

Así acaba el pobre Marty
La película arranca con una broma, particularmente macabra, que un grupo de chavales le gastan al típico pardillo del instituto, llamado Marty. Eso sí, la broma se las trae; si a esto lo llaman broma, no sé cómo denominarán a los castigos corporales que incluyen torturas sádicas. No contentos con desnudar al chaval, darle descargas eléctricas y casi ahogarlo metiéndole la cabeza en un inodoro (¡qué fisno!), le dan a fumar un petardo explosivo que provocará un accidente en la que el pobre chico acabará con la cara medio quemada. Con semejante percal, ¿cómo coño no se va a volver el pobre chaval loco? Pasan cinco años y los mismos autores de la broma, serán reclutados por una misteriosa invitación, en su antiguo instituto, precisamente el día de los inocentes. Allí comprobarán como su pasado, ha vuelto con una furia homicida de aúpa. Será la ocasión que el pobre Marty, ahora convertido en un psicópata, con el rostro oculto tras la máscara de un siniestro bufón, aprovechará para despacharse a gusto con sus antiguos torturadores, mediante técnicas grandilocuentemente sangrientas.

Los culpables del accidente de Marty, reclutados para morir

Y las muertes no se harán esperar
Comentar varias cosas sobre este "Slaughter High" o "El día de los inocentes" (a mí la verdad me gusta más el título original). Lo primero, quería desmentir la solemne patraña que indica la carátula en la que se señala que es de los productores de "Viernes 13". Naranjas de la China, el único nombre que guarda algo en común con la famosa saga del asesino Jason Voorhees es el de Harry Manfredini, autor de la banda sonora; de hecho por momentos la música recuerda mucho, pero mucho a la famosa composición creada por él mismo para tal magnánima saga. Segundo, aunque la película data en todos sitios que es de 1986 (año en el que se estrenó), ya digo que es imposible que haya sido realizada en tal año. La causa que delata dicho hecho es que el chaval que interpreta a Marty, protagonista masculino y el villano del film (o víctima vengandora, como quiera verse), Simon Scuddamore se suicidó en Noviembre de 1984 (no he encontrado más información con lo referente a su muerte), por lo tanto, no cabe ninguna duda de que el film tuvo que rodarse antes de dicha fecha, lo cual indica que como mínimo fue filmado en 1984. 

¡Feliz día de los inocentes!

Lo que pasa es que ha tenido bastantes problemas de distribución, en el terreno de la serie B es algo muy frecuente no encontrar un distribuidor que se encargue de mover un proyecto por las correspondientes pantallas de cine. Así que se ve que esta película se quedó por ahí vagando en las salas de montaje, durante un par de añitos, hasta que alguien decidió recuperar dicho metraje y dar luz verde a su estreno. 

Eso es tomar una ducha muy, pero que muy caliente

¡Un polvo electrizante!
Bueno, como ya he dicho antes, estamos ante un slasher al cien por cien. Y como buen slasher sigue los cánones establecidos en el subgénero al dedillo. Sí que es cierto, que la calidad visual del film es bastante regulera, tirando a malilla; hay una total ausencia de una dirección competente (y eso que, ¡ojito! en los títulos de crédito figuran tres personas encargadas de la dirección), ni presenta un aspecto especialmente llamativo dentro del apartado de la puesta en escena. Pero a mí, la verdad, me ha agradado lo suyo. Bueno, ¿qué carajo?, lo cierto es que me ha gustado bastante. Es un slasher potente, entretenido y bastante divertido incluso. Lo bueno es que, muchos de los puntos que podrían haber partido en su contra, acaban haciéndolo a su favor. 

Éste tampoco lo cuenta

La preciosa Caroline Munro en problemas
Los personajes son rematadamente estúpidos, pero todos, no se salva ni uno; son una panda de garrulos con mierda por cerebro que no paran de hacer mamarrachadas durante todo el metraje, pero así mejor; en resumidas cuentas están ahí para morir y la verdad ¡qué bien sienta ver a esta panda de subnormales ir cayendo como moscas ante la pantalla! Una cosa que canta más que un sapo en una charca, es que a pesar de que los personajes, son supuestamente jóvenes, el casting está compuesto por un puñado de carrozas; a ver no ancianos, pero se nota que todos pasan de largo de los treinta y tantos. En el reparto me parece muy digno señalar a la preciosísima y rompedoramente sexy Caroline Munro (actriz habitual de este tipo de producciones), que demuestra una vez más sus excelentes dotes de scream queen (ya había hecho lo propio, por ejemplo, en la fantástica "Maniac"). 

El bufón asesino

Este tipo está "colgao"
Más cosas, hay que destacar la mala leche del film. Los asesinatos son, la mayoría, muy gráficos y sangrientos, realizados con unos efectos de maquillaje artesanales (made in 80s) de gran calidad (hay un par de ellos especialmente gore, que son bastante sorprendentes). Es cierto que la mayor parte de las situaciones vividas por el grupito de "intelectuales" dentro del infernal instituto (ratonera en la que morirán sin remedio) carecen de cierta lógica (por ejemplo es incomprensible como un par de ellos que se ponen a darle al tema, sabiendo de sobra que un asesino los quiere mandar al otro barrio, y efectivamente, así pasa), pero bueno; no hay que pedirle peras al olmo, la simpleza argumentativa es lo que le hace adquirir a este tipo de pelis, el encanto que tanto nos mola a los acérrimos fanáticos de los slashers, y ese cierto atentado al sentido común presente en la mayoría de sus argumentos, es lo que proporciona mayor cantidad de diversión. Destacar también como punto altamente positivo, un giro final bastante sorprendente e inesperado (otro detalle además, que puede tener en común con su coetánea "Inocentada sangrienta"), que a mí la verdad me dejó bastante satisfecho (eso sí, habrá quien lo pueda encontrar un tanto ridículo; cuestión de gustos, desde luego). 

Marty a cara descubierta

Para finalizar, no es que sea un peliculón, ni un clásico imperecedero del género; pero sí que es un film que no engaña a nadie y ofrece lo que promete. Yo no puedo hacer otra cosa más que recomendarla con mucha estima, a todo aquél que al igual que yo, disfrute como un condenado del visionado de esas pelis con la estética y el look tan característico de los ochenta; y por supuesto para todo aquél al que le flipen los slashers, esta película es absolutamente imprescindible. Jóvenes, venganzas, asesinatos, sangre, gore y ambiente ochentero; es una combinación demasiado irresistible como para dejarla pasar. 

¡Cuidado, que va a reventar!

*MI MOMENTO FAVORITO: para mí, una de las mejores y más viscerales muertes de la peli. Un tipo se bebe una cerveza, que contenía una especie de veneno tóxico, o algo así, puesto por el asesino. Pues esto hace que a este lumbreras se le empiece a hinchar tanto el estómago, que acaben saliéndole a relucir las tripas. 

Esto sí que es tener un interior transparente

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