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Aquí una loca saltando en llamas desde una azotea |
Tras las soberanas mierdas que resultaron la
segunda y
tercera parte de
"Noche de paz, noche de muerte", no sé a quién cojones se le ocurrió seguir estirando este casposo pseudo-experimento de franquicia, pero como en el mundillo del cine se ha visto una y mil veces que nada es imposible y que ninguna idea, por muy descabellada que parezca, es desechable, pues todavía quedó lugar para un cuarto bodrio. Eso sí, en esta ocasión los productores optaron por hacerle una renovación total a la saga, y viendo que ya no le podían sacar más chicha a la absurda trama de Santa Claus asesino, de un plumazo borraron toda referencia con las pelis anteriores. Así que esta "cuarta" (por así llamarla) parte de
"Noche de paz, noche de muerte" no guarda nada de relación con ninguna otra secuela, al igual que esa porquería de
"Halloween 3", lo único que se mantiene es el título y la festividad en la que se desarrolla esta nueva trama, la Navidad. La historia trata sobre una reportera, Kim (Neith Hunter), que investiga una misteriosa muerte.
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La prota (Neith Hunter) con la ex-chica Bond Maud Adams |
Una mujer envuelta en llamas cae desde la azotea de un edificio. ¿Fue un suicidio, un asesinato tal vez? La chica no pretende dejar piedra sin remover hasta dar con el meollo de la cuestión, lo que resultará algo fatal para ella. Indagando e indagando, acabará viéndose involucrada en los tejemanejes de una siniestra secta satánica que tontea con unas asquerosas y viscosas criaturas que la verdad, no recuerdo para qué mierda servían ni qué propósito tenía su existencia. Lo que sí que recuerdo es la infinidad de absurdas escenas oníricas en las que la prota se ve atada de pies y manos y le es introducida en su barriga, más concretamente por el ombligo, una especie de gusano asqueroso, que es el centro de adoración de los retardados que componen la secta dichosa.
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Pero, ¿qué ostias se fumaron los que hicieron esta basura de película? |
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El frikazo de Clint Howard con gusanazo en mano |
Bueno, ni el mero hecho de que un tipo como Brian Yuzna, realizador de cierto culto en el género gracias a sus colaboraciones con Stuart Gordon en films tan memorables como
"Re-animator" o
"Resonator", y otras propias como la secuela de
"Re-animator" o la desagradable
"Society", salva a la película de ser un engendro al nivel de mediocridad de las dos secuelas anteriores. Ni tan siquiera la participación en la elaboración de efectos especiales repugnantes del maquillador Screaming Mad George, de una calidad bastante notable, resultan lo suficientemente llamativos para anular los efectos soporíferos de la pesada e infumable trama (bueno, por llamarla de alguna manera). La película es una puñetera mierda, no aporta nada interesante, y como supuesto lavado de cara de la "saga" es un puñetero desastre. Es curioso ver en su reparto por ejemplo caras conocidillas como Maud Addams (que fue chica Bond en los films
"El hombre de la pistola de oro" y
"Octopussy"), de Clint Howard (hermano del oscarizado director Ron Howard y cara habitual de casposillas producciones de serie B del género; por ejemplo a mí me encantó su papel protagonista en la excelente
"El legado del diablo") o de Reggie Bannister (visto en otra saga de culto del género llamada
"Phantasma"). Por lo demás, la película no vale un pimiento; es mala, mala, mala. Una porquería vamos, y de verdad, llamarla esto, es hacerle auténtico halagos. Pero no os lo perdais, que
"Noche de paz, noche de muerte" para más inri, tuvo una quinta parte, eso es insistencia o borregada máxima, no lo yo tengo muy claro.
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El gusanito perforando un ombliguito |
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