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jueves, 10 de octubre de 2013

El hotel de los líos (1938) de William A. Seiter




Faker (Harpo), Gordon Miller (Groucho) y Binelli (Chico)
"El hotel de los líos" es uno de los films más inusuales de la carrera de los hermanos Marx, y la verdad no lo digo para nada en el mal sentido, porque sin lugar a dudas, para mí, también es de los más divertidos. Los Marx estaban inmersos en su época dorada, había hecho para la magna Metro Goldwyn Mayer, dos de sus más grandes éxitos, "Una noche en la ópera" y "Un día en las carreras". Así que una productora rival, la RKO y de menor posting cinematográfico por así decirlo, se las ingenió para engancharlos y realizar la adaptación de una famosa representación de Broadway. Contrataron también al prestigioso guionista Morrie Ryskind (quien ya había guionizado algún film de los hermanos Marx anterior), para escribir el libreto y el conjunto pues fue una real bomba. Ya lo he dicho, para mí "El hotel de los líos" es un film divertidísimo y de los menos comunes dentro de la trayectoria de estos geniales cómicos. 

El caos reina en esta habitación

El Sr. Waggner (Donald MacBride), el gerente del hotel
En primer lugar lo que choca es que el film se desarrolla casi por entero en una reducida habitación de hotel y como en las obras de teatro, se van produciendo una serie de acontecimientos sin sobrepasar las paredes del lugar. La historia nos cuenta como un productor teatral sin un céntimo, Gordon Miller (Groucho Marx), debe sacar a flote una obra, "Salve y usted lo pase bien", para la cual debe asegurarse del mantenimiento de todo el personal partícipe en dicha representación. Pero claro, los tiene hospedados en un hotel y lógicamente, todas estas personas generan una serie de gastos, al carecer de dinero, todo esto se traduce a una kilométrica deuda. Al darse cuenta, el gerente del hotel, el Sr. Waggner (Donald MacBride), le tiene unas ganas tremendas y hará todo lo posible para echarlo del hotel, junto con todo el equipo de la obra. La cuestión es que Miller aguarda la llegada de un socio capitalista que será quien financie el espectáculo y que le proporcionará dinero suficiente para pagar las deudas. Hasta su llegada deberá permanecer su estancia en dicho hotel, sea como sea. Para ello contará con la ayuda de Binelli (Chico Marx) y el mudo Faker (Harpo Marx), los cuales se las ingeniarán, mediante una serie de disparatadas tretas, para evitar que el gerente los eche a patadas del lugar. Por supuesto todo el entuerto, dará lugar a situaciones demenciales y verdaderamente divertidas. 

''Salve y usted lo pase bien''

Los hermanos Marx metiéndose un banquete
Ciertos aspectos me llaman la atención de este film, por lo que he dicho que es bastante inusual. En primer lugar, como ya he mencionado, el desarrollo más excesivamente teatral recluído en un espacio mínimo. Lo segundo, la total ausencia de números musicales (lo que es de agradecer), es el único de los films en los que no veremos ni a Chico tocar el piano, ni a Harpo el harpa, ni tampoco la acción será interrumpida por una excesiva actuación de cante y baile de ninguna clase totalmente innecesaria. También comprobaremos que, aunque sí tiene una mínima presencia, se deja mucho de lado el elemento romántico protagonizado por un par de tortolitos, muy presente en la mayoría de las pelis de los Marx. En cambio, lo que no faltarán serán las brillantes secuencias cómicas en las que los hermanos Marx demostrarán una vez más su magno talento para comvertir cualquier situación que se precie en un absoluto caos. En resumen, me encanta "El hotel de los líos", una de las películas de los hermanos Marx más entretenidas (el que no haya números musicales, insisto, ayuda mucho), una vez da comienzo es un no parar de diversión gracias a sus alocados y magníficos sketches. Es absolutamente imprescindible. 

Faker haciéndose el muerto

*MI MOMENTO FAVORITO: para asegurar la posibilidad de que a obra "Salve y usted lo pase bien" se pudiese representar, los hermanos Marx se verán obligados a fingir la muerte del joven autor de la obra, Leo Davis (Frank Albertson), de lo contrario se los llevaría la policía debido a la tal dimensión de sus estafas y pufos. 

Crónica de una muerte fingida

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