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jueves, 24 de octubre de 2013

Los ojos sin rostro (1960) de Georges Franju



Deshaciéndose de un cuerpo
Durante la última década, nuestro país vecino, Francia, ha ofrecido una importante, y en muchos casos muy notable, contribución al cine de terror. Aunque si analizamos la historia del cine en dicho país, comprobaremos que su incursión en dicho género es más bien escasa (exceptuando ya entrados los 2000, como he señalado). No obstante, a pesar del hecho de que sea bastante poco común, sí que se puede apreciar algún que otro clasiquillo y éste es el ejemplo. "Los ojos sin rostro" es una película verdaderamente curiosa, hay muchos que la señalan como una obra maestra, aunque sinceramente yo no apuntaría tan alto. Pero, lo que no se puede negar es que por varias razones merece su catalogación como clásico del cine de terror. Haciendo un repaso y situándonos a finales de los cincuenta y principios de los sesenta, comprobaremos que una vertiente que estaba teniendo especial éxito en el género era el terror gótico, teniendo prácticamente el monopolio de esta particular vertiente las nuevas recreaciones por parte de la productora Hammer de los clásicos del terror de los años treinta. Desde Italia también se contribuyó a la aparición de excelentes films de terror gótico, como "La máscara del demonio" de Mario Bava. 

El Dr. Génessier (Paul Brasseur) con su hija

Christiane Génessier (Edith Sobo) oculta su rostro
desfigurado tras una máscara
Y por supuesto no podemos dejar de lado las adaptaciones poeianas de Roger Corman, que también tuvieron su éxito. En fin, que el terror gótico, o sea filmes desarrollados en el interior de enormes y lúgubres castillos, componían un alto porcentaje de las producciones de terror de esos años. No obstante en 1960 Hitchcock revolucionó, sin querer, el género cuando se estrenó "Psicosis", una película que marcó una transición distinta y sirvió de cierta ruptura con el terror más clásico, dirigiendo en cierto sentido un nuevo camino hacia, podríamos llamarlo, un terror más moderno. También contribuyó otro clásico del género, la británica "El fotógrafo del pánico", la cual junto a "Psicosis" se convirtieron en los cimientos del subgénero slasher. Pues bien, obviamente estas modas no podían dejar de tomarse a la ligera y es algo que tuvo muy en cuenta el director Georges Franju a la hora de abordar este film. La historia nos presenta a un cirujano, el Dr. Génessier (Pierre Brasseur), quien se dedica a raptar jóvenes muchachas con la intención de que su piel le sirva para realizar injertos al desfigurado rostro de su hija, Christiane (Edith Scob). La joven sufrió un accidente y por ello su cara sufrió la horrible deformidad que presenta en la actualidad. El doctor se siente culpable de dicho accidente y por ello se obceca en hacer todo lo posible por intentar devolverle la belleza a su hija. Para sus tan poco moralistas propósitos contará con la ayuda de la fiel Louise (magnífica Alida Valli). 

Christiane con Louise (Alida Valli), ayudante de su padre

El doctor listo para operar
Viendo el film podemos comprobar como el director le imprime todas las características afines al terror gótico, pues veremos como la mayor parte de la acción de desarrolla en la mansión del doctor, llena de oscuros pasadizos, iluminada por lúgubres luces que acentúan el amplio contraste y nos permite apreciar la magnífica fotografía en blanco y negro del film. No obstante por otro lado, también podemos apreciar sendas referencias a Hitchcock, sobre todo en el comportamiento desquiciado de los personajes principales y esos ligeros tintes de suspense avenidos por la trama policial secundaria. Y por supuesto y no podía ser menos, siendo francesa, también se deja entreveer las influencias de la corriente que empezaba a despuntar en dicho país gracias a "Los 400 golpes" de François Truffaut, la nouvelle vague, una corriente artística (denominémosla así) que apoyaba la ruptura absoluta de los esquemas narrativos comunes en el cine, y defendía la libertad de expresión. Vamos, traduzco, en líneas generales apostaban por hacer películas sin un argumento fijo a seguir, sin historia, limitándose a que los actores actuasen como les diese la gana y sobre todo, perjudicando seriamente al ritmo de las películas, convirtiendo las obras más representativas de dicha corriente en truños soporíferos en resumidas cuentas. Tal vez haya hecho un análisis muy subjetivo y simple de la nouvelle vague, pero ésa es mi perspectiva tras haber sufrido los visionados de algunas de estas películas tan "artísticas". "Los ojos sin rostro" no podría incluirse en sí dentro de esta corriente, pero sí posee algún tinte característico de ella, sobre todo en lo referido al ritmo, y es que la película, desgraciadamente es bastante lenta, lo que conlleva un cierto esfuerzo por parte de espectador para abordar su visionado. 

Más cadáveres que ocultar

Christiane vuelve a disfrutar de rostro
Mis impresiones de la película son las siguientes. Es una película excelentemente filmada, con una destreza visual sobresaliente, muy buenas interpretaciones, sobre todo del trío protagonista (para mí destaca Alida Valli) y que además posee un argumento original que ha servido de fuente de inspiración para un buen porrón de films posteriores, que abordaron el tema de la cirujía como elemento de terror. Además contiene escenas que, con todo merecimiento, la coronan como un film transgresor y que en cierto sentido hizo sus labores como película visagra entre el terror clásico y una vertiente más moderna que se iría imponiendo con el pasar de los años. Por otro lugar, tampoco se puede negar que es bastante lenta, en algunas ocasiones demasiado y eso perjudica seriamente al ritmo y hace que el espectador tenga que esforzarse a la hora de visionarla. También posee tramas secundarias que rebajan mucho el interés y fastidian, desde mi apreciación, el tema principal del film. 

Pero el injerto no es satisfactorio y la piel se le vuelve a pudrir

La poli empieza a sospechar del doctor
Si hay algo que me llamó la antención poderosamente, algunas de esas escenas bárbaras y violentísimas que se pueden apreciar en el film. En un principio da la sensación de que la película va a jugar más con la insinuación que con lo explícito y lo gráfico, en el terreno de la violencia. Y de golpe y porrazo te exponen una serie de escenas, de altísimo contenido gore (para la época) y unos maquillajes bastante correctos (aunque evidentemente hoy en día han quedado muy desfasados). Esa sobredosis de violencia, hacía apuntar maneras a lo que en años posteriores nos ofrecerían muchas de las producciones del género francesas más actuales, cuya explosión de violencia y gore (deudoras del terror italiano) han parido films bastante extremos y no exentos de polémica, con toda la razón. En fin, "Los ojos sin rostro" me parece una película llamativa, transgresora y arriesgada (para la época en la que se hizo), pero tampoco la obra maestra, como he visto que en muchos lugares se la cataloga. 

Christiane adora a los perros

*MI MOMENTO FAVORITO: esa escena en la que presenciamos la operación llevada a cabo por el Dr. Génessier (Paul Brassier), en la que, con todo lujo de detalles, observaremos como le arranca el rostro a una chica para injertárselo a su hija Christiane (Edith Sobo). Me parece una escena impresionantemente gráfica y fuerte para la época. 

Arrancándole la cara a esta pobre chica

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