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miércoles, 23 de octubre de 2013

No vayas cerca del parque (1979) de Lawrence D. Foldes

Don't Go Near the Park 1979


Los dos trogloditas haciendo sus cosas de trogloditas
Asombrado me quedé cuando vi este truñaco de serie Z. Desde luego asombrado para mal y es que no paraba de pasárseme por la cabeza, minetras la veía, la pregunta de ¿cómo es posible que a alguien se le hubiese ocurrido hacer semejante esperpento? En fin, la vi hace ya años, esa pregunta hoy no me la cuestionaría tanto en vista de la gran cantidad de mierdas que abundan en el panorama cinematográfico actual, pero en aquel momento me pareció que había sido la peor película que había visto en mi vida. Y es que la película es un enorme montón de mierda, el cual es imposible tomar en serio. Vale, hay que reconocerle una cosita, el argumento que presentan es bastante original a priori y quizás la idea no fuese del todo mala, rodada con algo más de soltura e interés. Lo que pasa es que quieren abarcar un amplio campo dentro de las posibilidades que ofrece el género de terror, véase caníbales, zombies, magia, seres inmortales, violaciones, gore, etc,... quedándose no sólo a medio gas en todos los aspectos, sino resultando risible y bochornosa en todos ellos. 

Sacando alguna tripita para matar el gusanillo

El troglodita caníbal casándose con Linnea Quigley
Lo primero que nos topamos son a dos trogloditas, un hombre y una mujer, que viven en su cueva hace millones de años. Los trogloditas tienen unas pintas que nada más verlos pues ya te descojonas. No recuerdo por qué ostias, cae sobre ellos una maldición que los condena a vivir eternamente alimentándose de las tripas de los seres humanos. Y así saltamos al momento actual en el que se hizo la peli y vemos como estos dos seres destripan personas para devorarles las entrañas, fuente de su abastecimiento y supervivencia. Resulta que el hombre conoce a una señorita muy mona (nada más y nada menos que la scream queen explosiva Linnea Quigley) y a los dos segundos de decirle "hola", se casa con ella. La chica crece, la madre la odia, el padre se quiere acostar con ella, en fin un batiburrillo de cosas que provocan que la chavalita se escape de casa. 

La hija del caníbal y de Linnea Quigley (Tammy Taylor)
manoseada por dos cerdos camioneros

¡Vaya pintacas! Claro, es lo que tiene tener miles de años
En su huida la intentan violar unos camioneros, pero ella lo evita porque consigo posee un amuleto, de su papi, con poderes mágicos que les hace volcar el camión. La chica huye hasta una casita retirada en el bosque, conoce a un chaval y a un niño y empiezan a hacer payasadas. Cuando el aburrimiento es ya casi inaguantable descubren que la vieja que habita la casa es en realidad la otra troglodita, la cual les intentará comer las tripas. Pero a esto llega el papi troglodita y se pelea con la devora-tripas viejuna y ¡vaya pelea amigos!, se lanzan rayos por los ojos, ni los X-men vamos. Total que acaban muertos a causa de unos zombies que pasaban por ahí y al final la hija del troglodita violador que dispara rayitos por los ojos y que comía tripas de la gente, resulta que ha heredado los gustos alimenticios de su papi, porque como delata la imagen de la carátula, procederá a sacarle los intestinos al niñito. Y afortunadamente para el espectador habrá concluido una horrorosa hora y media de sufrimiento, sobre todo para nuestros párpados, si es que no han sucumbido al deseo de cerrarse estrepitosamente.

Linnea Quigley enseñando el tetámen

La película únicamente tiene un aspecto que destacar y es que precisamente supuso el debut de la mítica scream queen de la serie B ochentera, Linnea Quigley, la cual ya de primeras dejó muy claro su poco complejo a la hora de desnudarse. Sale guapísima aunque sólo aparece cinco minutos, pero bueno al menos fue un detalle que agradecí de este infumable y cutre ladrillo. Por lo demás, es que es horrorosa en todos los sentidos, los actores son una mierda, los efectos especiales algo verdaderamente insultante para el campo de los propios efectos especiales y del argumento ya ni hablemos. Pero afortunadamente encontrar semejante porquería es muy difícil así que no poniendo ningún empeño en localizarla, un 0'1% de la población mundial se toparía con ella por casualidad, lo que ya resulta una tragedia. 

Los trogloditas lanzando rayos por los ojos, igual son parientes de Superman

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