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martes, 26 de noviembre de 2013

Pánico antes del amanecer (1981) de Jeff Lieberman



Llegan los chavales de acampada
A este film le pasa lo que a "Sleepaway Camp", que son buenos ejemplos de piezas interesantes y pequeños clásicos dentro del popular (o impopular según se mire) slasher de los ochenta, pero a los que no se les ha sabido sacar algo más de provecho, lo que los habría hecho mucho mejores. Ante todo, como ya he dicho en otras ocasiones, yo soy un gran fan de los slashers, y los ochenta fue la época dorada para estas producciones tan numerosas, por lo que siempre suelo ser más apacible con las críticas hacia ellas, partiendo de la base de que son lo que son, ofrecen lo que ofrecen, es sabido desde el principio lo que se va a ver; unos chicos, un asesino y muertes y no se le pueden pedir peras al olmo. Dicho esto, ciertamente "Pánico antes del amanecer" es uno de los ejemplos más flojos y lights de los existentes durante la propia década.

El primer y brutal asesinato

Por ahí se dejará ver el veterano George Kennedy
Su director, Jeff Lieberman, intentó realizar un experimento; aunar el slasher estilo "Viernes 13" que lo estaba petando en ese momento, con otro subgénero, el survival, el cual había puesto de moda el film "Defensa" de John Boorman en 1972, caracterizado por la situación de unos pocos personajes, procedentes por lo general de la gran ciudad o de un lugar entendido como civilizado (por así decirlo), en un territorio hostil y desconocido para ellos, véase un bosque o la montaña, teniendo éstos que enfrentarse no sólo a los peligros que les deparará la Madre Naturaleza, también a unos personajes que conocen el terreno al dedillo y que en la mayoría de los casos son violentos, incivilizados y además no les mola que gente de fuera visite su territorio (véase por ejemplo también el film "Las colinas tienen ojos" de Wes Craven). Pues bueno, el director de esta "Pánico antes del amanecer" como ya he dicho intentó hacer una fusión de ambas fórmulas, aunque por lo visto dijo que se había inspirado más en el film de Boorman que en la propia "Viernes 13", la cual aseguró no haber visionado cuando hizo esta peli. No obstante viendo "Pánico antes del amanecer", me parece que el señor Lieberman soltó una fula como una catedral, ya que su film emula bastante más el rollo "Viernes 13" (véase chavales de acampada siendo asesinados por un loco), aunque indudablemente tome ciertos aspectos de "Defensa" (véase la localización de los protas en un paraje perdido de la mano de Dios siendo atacados por algún garrulo de la zona).

Los chavales son acechados en la oscuridad de la noche

Uno de los gordos psicópatas
A su favor, decir que cuenta con una atmósfera muy conseguida y un escenario muy acertado: un amplio bosque que se vuelve atemorizante, con preciosos planos de lugares naturales que consiguen meterte en la acción fácilmente. El ritmo tampoco es malo por lo general, siendo una película amena y que no requiere un esfuerzo el hecho de verla. Eso sí, los personajes son muy poco interesantes y más tontos que de constumbre en films de este estilo, destacando únicamente a la prota, Connie (Deborah Benson), la cual es el único de los personajes que llama mínimamente la atención por su clarísima evolución a lo largo de la historia. Ni siquiera Gregg Henry (futuro actor fetiche del gran Brian De Palma) o el veterano George Kennedy destacan, sinceramente no entiendo ni qué pinta el personaje de este último en el meollo.

Retozando en el agüita, mientras el psicópata se acerca por detrás

Éste nos es un buen camino
Mencionar como anécdota que además en el reparto se incluye la presencia de Chris Lemmon, que es el hijo del gran actor Jack Lemmon (protagonista de películas tan emblemáticas como "Con faldas y a lo loco", "El apartamento" o "La extraña pareja"), el cual deja muy claro que no ha heredado precisamente, el talento de su papi. Y desde luego lo peor y lo que más hace flaquear al film tratándose de un slasher en resumidas cuentas, son las muertes; exceptuando la primera (algo más fuertecilla), el resto son extremadamente lights y nada gráficas, desde luego hacen echar de menos los magníficos maquillajes de Tom Savini (véase "Viernes 13", "La quema", "El asesino de Rosemary" u otros slashers verdaderamente de altura). Pero aquí no acaba la cosa, otro punto que hace adolecer al film es que encima descubriremos que, a diferencia de lo que querían hacernos creer en un principio, no hay un solo asesino sino que hay dos. Se trata de un dueto de gordinflones hermanos gemelos, con un menos diez de coeficiente intelectual y que lejos de intimidar más, como cabría esperar al suponer un supuesto doble peligro para los chavales, resultan tan ineficaces, tan palurdos y tan rematadamente absurdos en la mayor parte de sus intervenciones, que lejos de inquietar al espectador, a veces resultan hasta cómicos.

Toma machetazo que te crió

Arrinconada por los dos asesinos
Así que haciendo un resumen y el consiguiente balance, tenemos un film que cabalga entre el slasher y el survival sin definirse demasiado, con unos personajes planos, unos actores reguleros tirando a, digamos, poco creibles, un inicio potente con un primer asesinato bastante violento, pero en cambio un desarrollo flojete y el resto de las muertes muy descafeinadas y rancias, una pareja de asesinos patética y muy poco carismática que no intimida, una ambientación muy adecuada, bastante inquietante y que cumple con su cometido de involucrar al espectador y un final que es de lejos lo mejor de la película y que destaco en "mi momento favorito". Yo diría que es una película que anda dando tumbos entre lo decepcionante y lo mínimamente recomendable para todo aquel fanático acérrimo de ambos géneros aquí fusionados. A mí no me entusiasmó, pero tampoco me asqueó, es ni más ni menos, una curiosidad más a tener en cuenta en ese infinito universo de peliculillas baratas del género creadas en los ochenta y tal vez una pieza a redescubrir por todo aquel devorador de cualquier proyecto que roce a grandes rasgos lo que podríamos llegar a denominar como frikada de la buena.

Connie (Deborah Benson) junto al primo feo de Gordo Cabrón

*MI MOMENTO FAVORITO: la escena final en la que la protagonista, Connie (Deborah Benson), se carga a uno de los asesinos, metiéndole la mano hasta la altura del antebrazo en la boca a éste, asfixiándolo. Una escena bastante sorprendente y que al menos cierra el film de manera satisfactoria.

¡Hasta el codo!

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