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martes, 19 de noviembre de 2013

Resonator (1986) de Stuart Gordon



El Dr. Pretorius (Ted Sorel) y el "Resonator"
Un año después de haber realizado esa joya llamada "Re-animator", el dúo Brian Yuzna-Stuart Gordon volvió a recurrir a otro relato de H. P. Lovecraft, para traernos otro experimento fílmico gamberro, fantasioso y brutal. A grandes rasgos se veía que las intenciones era emular su anterior éxito, ya que volvieron a contar de nuevo con Jeffrey Combs, o la guapísima Barbara Crampton (ya presentes en "Re-animator"), aparte del nombre de Lovecraft, como inspirador de la historia. Aunque se ve que pusieron empeño de sobra por ofrecer un espectáculo sangriento al nivel de "Re-animator", o al menos en la misma línea, en mi opinión esta vez el experimento no les quedó tan acertado. "Resonator" (título colocado por los distribuidores españoles para que su sonoridad, hiciese más evidente la existencia de una cierta conexión con la anterior peli de estos realizadores), posee una serie de aciertos, que la convierten en una peli fantástica estimable, aunque también ciertos defectos que la distan de la maestría de la superior "Re-animator"

El ayudante de Pretorius, Crawford Tillinghast (Jeffrey Combs)



La puritana Dra. McMichaels (Barbara Crampton)...
De nuevo volvemos a toparnos con Jeffrey Combs haciendo de un científico que está más pa allá que pa acá, como suele decirse, llamado Tillinghast, el cual se encuentra envuelto en medio de un entuerto que trendrá como resultado desagradables acontecimientos. La historia arranca con un extraño experimento desarrollado por Tillinghast y otro científico, el pervertido y guarrete Dr. Pretorius (Ted Sorel). Ambos han desarrollado una especie de artefacto gigantesco llamado "Resonator", que tiene unos efectos verdaderamente inquietantes cuando es conectado. El cacharro es capaz de abrir unas puertas interdimensionales, de las que emergen repugnantes y asquerosas criaturas (aspecto lovecraftiano por antonomasia). No sólo esto, el "Resonator" también es capaz de producir alarmantes cambios tanto físicos como psicológicos en las personas que están en contacto directo con él, mediante la estimulación de la llamada glándula pineal, que todos humanos por lo visto tenemos (he de reconocer que es algo que he sabido tras ver la película). El resto del elenco protagonista lo formarán la atractiva Barbara Crampton, como la Dra. McMichaels, una modosita y reprimida psiquiatra, que tras su contacto con la maquinita del título se convertirá en una zorrita sadomasoquista y un policía negro, interpretado por otro rostro conocido en el género, Ken Foree (prota de "Zombie" de George A. Romero), quien vendría a ser el encargado de investigar el tortuoso asunto y dar algún tipo de explicación lógica a lo ocurrio, la cual brillará por su ausencia. 

...se convertirá en un putón encuerado por la influencia del "Resonator"

El poli, Bubba (Ken Foree) en problemas
A grandes rasgos, poco más se puede señalar del argumento del film; tan simple como eso; este reducido grupito de personas, en una inmensa mansión, sufriendo los devastadores efectos de un trasto tecnológico que se acabará volviendo mortal; y es que ¿cuando aprenderán estos científicos lunáticos que sobrepasar ciertos límites de la ciencia conlleva desastres inimaginables? En fin, como ya he dicho anteriormente en "Resonator" se pueden rescatar brillantes momentos, sobre todo en lo referido a la plasmación de grotescas escenas, cuyo talento para ello ya habían demostrado el dúo Yuzna-Gordon en su anterior participación. No obstante, si la comparamos con "Re-animator", desde luego esta segunda sale perdiendo indudablemente. En "Re-animator" encontrábamos un excelente guión, repleto de humor negro y una historia con ritmo, muy entretenida. "Resonator" en cambio presenta una historia bastante confusa, con ciertos momentos ilógicos que perjudican seriamente la narración, además de que, lamentablemente, obviaron bastante la utilización de cierta comicidad que fue un signo de gran personalidad muy acertado del anterior clásico. El ritmo también sufre constantes caídas, y se ve profundamente lastrado por una serie de escenas de relleno carentes de interés, y desde luego, no resueltas de una manera tan fascinante como en "Re-animator". A mí por momentos se me hizo un tanto aburrida, obviando por supuesto las escenas más sobresalientes del film, que son básicamente aquéllas en las que los protagonistas se enfrentan a las horrorosas criaturas liberadas por la máquina. 

El Dr. Pretorius mutado en un bicho asqueroso

Tillinghast desarrolla un tercer ojo en la frente
Si hay algo que merece ser destacado en la producción, son los magníficos efectos especiales y de maquillaje, completamente artesanales; los cuales consiguen presentarnos escenas muy violentas y sangrientas, muy en la línea, esta vez sí, de "Re-animator". También me parece un gran acierto el portentoso diseño de las criaturas infernales que plagan la pantalla, verdaderamente grotescas y aterradoras, y muchas de ellas; vomitivas y asquerosas; en especial esa monstruosa y viscosa mutación que sufre el Dr. Pretorius, cuyo aspecto a medio cruce entre una de las criaturas de ''La cosa'' de John Carpenter, el hermano diabólico de ''Basket Case'' y "La mosca" de David Cronenberg, es inmejorable. De nuevo pondría como ejemplo este film a esa panda de ineptos que bañan de efectos digitales las producciones de hoy en día para que se fijaran en las maravillas que el látex podía conseguir con mucho más acierto. En resumidas cuentas, no deja de ser un clasiquillo más de lo ochenta, ciertamente importante por el renombre en el género de sus autores, y disfrutable a grandes rasgos por todos aquellos fanáticos del género fantástico de la década, pero que siempre será aplastado, con toda la justicia del mundo, por la grandilocuencia del otro clásico de sus realizadores, la magna "Re-animator", una peli que, como ya he dicho, bate a ésta en todos los aspectos; sobre todo en lo referido a argumento y diversión. 

A medio camino entre "La cosa""Basket Case" y "La mosca"

*MI MOMENTO FAVORITO: ése en el que el Dr. Pretorius (Ted Sorel), ya convertido en una deforme y monstruosa criatura, se intenta tragar literalmente a la Dra. McMichaels (Barbara Crampton). 

¡Si es que cuando el hambre aprieta!

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