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La señora Fourneau (Lilli Palmer), directora de la residencia |
Me da mucha rabia ver como en el cine español los ha habido que han demostrado un gran potencial para hacer buenas películas y no se ha explotado como se ha debido, ofreciendo la producción cinematográfica en nuestro país una cantidad indescriptible de bodrios como camiones monotemáticos en su mayoría. Me parece injusto que no se glorifique un peliculón
como éste y los críticos de turno pierdan el tiempo en adorar porquerías con la firma, por ejemplo, de
Almodóvar (películas, en mi opinión, con historias banales, repetitivas, nada
originales y de un mal gusto apreciable), cuando nada más y nada menos que el creador del mítico programa
"1, 2, 3... responda otra vez" creó en 1969 una historia
tan intensa, buena, original y atrevida (además teniendo en cuenta que era la
época de Franco) como la de
"La residencia". Narciso Ibáñez Serrador demostró
tener un talento magnífico para el género de terror (lo demostró una vez
más desgraciadamente con su otra única película,
"¿Quién puede matar a un niño?" en 1976).
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La residencia parece un convento |
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Teresa (Cristina Galbó) |
La película nos sitúa en algún momento de finales del siglo XIX, o principios del XX (la fecha exacta no nos la especifican, aunque se hace evidente por la decoración y el vestuario de los personajes) en una ilustre y señorial residencia para señoritas. Hasta aquí llega Teresa (Cristina Galbó), una joven inocentona que pronto descubrirá los más perturbados secretos que se hurden tras las paredes de dicha residencia. La directora del centro, la señora Fourneau (Lilli Palmer) ejerce un macabro dominio sobre las chicas, sometiendo a las que no se portan como deben, a duros castigos, mientras que permite a otras que asuman una autoridad sobre el resto que a veces roza lo perverso y lo sádico. Lo más siniestro, es que varias de las chicas comienzan a desaparecer y el caso parece tener una especie de relación con el hijo de la directora (John Moulder Brown), un chico retraído que tiene encuentros amorosos con algunas de las muchachas, siendo esto severamente censurado por su madre, la que controla al chico de forma no demasiado normal.
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Miraditas en las duchas |
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Más lesbianismo sugerido |
Tenemos una historia llena de misterio, cargada de una atmósfera
inquietante, con un montaje buenísimo e increíblemente moderno para la
época y para el cine español, con elementos que perfectamente podrían
haber inspirado al posterior slasher americano, con
referencias perfectamente bien traídas a genios como Hitchcock, a films de terror gótico de la Hammer o a los clásicos relatos siniestros de Edgar Allan Poe, con una
fotografía genial y una puesta en escena que es tan siniestra como los
personajes que deambulan por ella. Una película rompedora en mi opinión,
con un contenido sexual muy sugerido por supuesto, pero muy atrevido
repito para lo que era la época y además en España (no olvidemos que era 1969, en plena dictadura franquista) e intérpretes de gran
calidad (la mayoría de ellas del sexo femenino). En definitiva nos
queda una obra maestra absoluta del cine español y del cine de terror,
innovadora, bien realizada y atrevida. Lo que es una auténtica lástima es que más películas de este estilo no abunden en el panorama cinematográfico de nuestro país.
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Por supuesto, ésta no sería una residencia macabra sin algún asesinato |
*MI MOMENTO FAVORITO: la señora Fourneau sube al desván de la residencia y se encontrará con una aterradora, perturbadora y angustiante sorpresa. Para colmo de males, descubrirá que ella ha sido la potenciadora de todo el embrollo y además recibirá su correspondiente castigo.
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"Con esa cara, sólo tu madre te daría un besito" |
En verdad es una de las mejores películas españolas. Una rareza entre nuestra filmografía, curiosamente los exteriores de la película fueron rodados en mi pueblo, Comillas, en la fachada trasera del palacio de Sobrellano .
ResponderEliminarAh, muy interesante tu aporte, muchísimas gracias, un saludo.
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