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domingo, 21 de julio de 2013

Las novias de Drácula (1960) de Terence Fisher



Marianne (Yvonne Monlaur) en el castillo
de la Baronesa Meinster (Martita Hunt)
Secuela de la productora británica Hammer de la obra maestra "Drácula", versión de 1958 protagonizada por Christopher Lee en el papel del Conde Drácula. Bueno, pues dicho film resultó ser un gran éxito así la Hammer decidió continuar la historia, o más bien hacer una historia alternativa, porque como comentaré más adelante, en sí una secuela no es salvo por la presencia del único personaje común con el primer film, el mata-vampiros Van Helsing (interpretado nuevamente por Peter Cushing). De hecho ni tan siquiera aparece el personaje de Drácula, lo que se deja suponer que la incorporación del nombre de Drácula en el título respondía a la necesidad de tener más tirada comercial. 

El Barón Meinster (David Peel) no pierde el tiempo después de haber sido liberado

Volviendo a la vida un poco más pálida
La trama arranca con una joven, Marianne (Yvonne Monlaur), que llega hasta una retirada localidad en Los Cárpatos para ser profesora en un internado para señoritas. No obstante, sufre un accidente y se ve en la obligación, debido a las circunstancias, de refugiarse en el inmenso castillo de la Baronesa Meinster (Martita Hunt), una mujer amable pero extraña. Esa noche, Marianne descubre en un aposento aislado, a un joven encadenado. El chico le dice que es el Barón Meinster (David Peel), hijo de la Baronesa. El chaval le da pena contándole que la madre, que está chiflada perdida, y que lo retiene allí en contra de su libertad, por lo que suplica a la chica que lo libere. Marianne no se lo piensa dos veces y lo libera, sin darse cuenta de que acaba de soltar un aterrador mal, puesto que el Barón Meinster en en realidad un vampiro. Este diabólico ser pondrá sus ojos en el internado para jovencitas en el que trabaja Marianne y ve aquí muchas posibilidades para alimentarse de la sangre que necesita para su abastecimiento. El único que le plantará cara será el profesor Van Helsing (Peter Cushing), quien ya dio muerte al Conde Drácula en el anterior film. 

El profesor Van Helsing (Peter Cushing) de nuevo peleando contra vampiros

El Barón Meinster muestra su cara más aterradora
Lo que tenemos es una película correctita, con una ambientación sobresaliente, típica de las de la productora Hammer, presentando todos los elementos de los films de terror gótico, con sus castillos tenebrosos y las ténues luces de velas amenazantes, envuelto todo en la preciosa y colorista fotografía también marca de la Hammer. No obstante no llega ni de coña al nivel del primer "Drácula" y uno de sus puntos más flojos es la evidente ausencia del personaje y de la carisma de Christopher Lee. Se puede destacar también el novedoso enfoque ciertamente original con el que arranca el film, inicialmente concebido como una película de intriga hasta que toma protagonismo el tema del vampirismo. En resumidas cuentas es una peliculilla que no está mal, es entretenida y está muy bien hecha (de nuevo por el maestro Terence Fisher), aunque desde mi opinión personal, echo demasiado de menos al gran Christopher Lee para apuntarla como una de las películas más recomendables de la Hammer.

Las "novias" del vampiro (no Drácula, aunque lo diga el título)

*MI MOMENTO FAVORITO: Van Helsing (Peter Cushing) tras una dura lucha contra el Barón Meinster (David Peel) logrará acabar con él de una forma muy novedosa y original. Proyecta la sombra de las aspas de un molino, sobre el vampiro, la cual es similar a la de una enorme cruz.

"Por la señal de la Santa Cruz..."

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