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viernes, 5 de julio de 2013

Rebeca (1940) de Alfred Hitchcock



Maxime De Winter (Laurence Olivier) tomando un
piscolabis con la que será su futura mujer (Joan Fontaine)

Una de las más grandes pifias y cagadas que han cometido los miembros de la Academia Hollywoodiense es no haber otorgado nunca jamás un Oscar a ese gran creador, a ese gran maestro del suspense que fue Alfred Hitchcock. Bueno, al menos tuvieron la decencia de dárselo a la mejor película, merecidísimamente, a esta gran obra maestra que supuso el debut en Hollywood del señor Hitchcock. Como no podía ser de otra manera, se incorporó a la industria de los más grandes, entrando por la puerta grande. "Rebeca" es una adaptación de una novela de Daphne Du Maurier (autora de otra novela que adaptaría Hitchcok tiempo después y sería una de sus películas más populares, "Los pájaros").

Manderley, tan siniestra como la casa de Amityville
Cuenta la infeliz historia de una joven (Joan Fontaine) que se casa con un aristócrata, Maxime De Winter (Laurence Olivier), y se va a vivir con él a la gigantesca mansión familiar, Manderley. La joven se verá en una situación que le escapa de las manos ya que se ha convertido en una gran señorona de la Alta Sociedad, cuando ella no era más que una chica normal y corriente de a pie, como suele decirse, y claro la pobre no está a la altura. Pero esto no es lo peor, ella se siente rechazada por su marido al que cree todavía enamorado de su primera esposa, Rebeca, fallecida un año antes en un accidente en el mar. Para colmo de males, el ama de llaves (Judith Anderson) es una perversa hija de puta que se encargará de hacerle la vida imposible, porque (¡ojito! en 1940 Hitchcock nos dejaba caer) estaba enamorada de la difunta señora, o al menos tenía una pasión por ella que rozaba lo enfermizo. Más descubrimientos harán que la vida de esta pobre chica se vea muy lejana al cuento de hadas que se había figurado vivir en Manderley. 

La popularidad de la película hizo que en España se comenzase
a llamar Rebeca la prenda que viste Joan Fontaine

¡Aquí sí que hace calor!
Creo que cuando se menciona el nombre de Hitchcock ya se puede hacer uno a la idea, si no anda muy despistadillo, que nos vamos a encontrar con un film envolvente, plagado de suspense, actores genialmente dirigidos y un estilo tan peculiar como atrapante de sobrellevar una trama. Hitchcock nos ofreció grandes obras maestras, enormes regalos audiovisuales, piezas inmortales del Séptimo Arte y "Rebeca" por supuesto que es todo esto. La pesadilla psicológica que envuelve a la sufrida Joan Fontaine   se   traduce   ante   los   ojos  de los espectadores en todo un torrente de suspense tan fácilmente atrapante que en cuanto visualices 10 minutos de "Rebeca" ya te quedarás prendado hasta completar sus casi 130 minutos de duración. 

Este tipo trae más sorpresas desagradables
A destacar esa valentía de Hitchcock de incluir tintes lésbicos en el personaje del ama de llaves, tratándose del año 1940 (no sería en la única película que dejase caer alguna perla camuflada en relación al universo homosexual, por así llamarlo, véase "La soga" por ejemplo). A pesar de haber ganado el Oscar a la mejor película ese año, me da la sensación de que fue bastante boicoteada, puesto que obtuvo solo 2 (además a la mejor fotografía en blanco y negro) de 11 nominaciones, de las cuales me parece una injusticia el hecho de que no hubiesen sido premiados ni Joan Fontaine a la mejor actriz (se lo llevó la rancia Ginger Rogers en "Espejismo de amor") y por supuesto ni el propio Hitchcock al mejor director. Incomprensible. 

A la Sra. Danvers (Judith Anderson) le encanta putear a su nueva dueña

*MI MOMENTO FAVORITO: cuando la perversa Sra. Danvers (Judith Anderson) manipula de forma maliciosa a la pobre Joan Fontaine para que ésta se suicide, tirándose por una ventana. 

"Tu vida es una mierda, un saltito y se acabó"

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